El Madrid corta las alas al Atleti y a la Final
El Real Madrid volverá a jugar por segunda temporada consecutiva una nueva final de la Champions. El Atlético no se lo dejó fácil. Rozó la remontada en un primer cuarto de hora frenético que cortó con mucha posesión y un gol de Isco precedido por una genialidad de Benzema en la linea de fondo.
La última noche europea del Vicente Calderón. Semifinales de Champions contra el eterno rival. El estadio no era el jugador número 12, eran 53.000 aficionados rojiblancos (por los 2.000 del Real Madrid) que empujaban al equipo del Cholo Simeone.
Abrumados por el empuje rojiblanco, los blancos apenas eran capaces de hacer nada en los primeros quince minutos de partido. El equipo colchonero era peor que la tormenta que acabó cerrando la noche. Griezmann abrió fuego con un disparo lejano en el primer minuto y a los cinco Keylor Navas salvó un cabezazo de Koke a pase de Carrasco.
La grada atlético explotó en el minuto 12 cuando Saúl abrió el marcador en un córner sacado por Koke.
Con esa gran animación en la grada, el Atlético siguió por la misma senda y tan sólo dos minutos más tarde, Varane derribó a Torres en el área. Griezmann se resbaló en el lanzamiento pero el balón fue a la red tras tocarla Keylor. Locura absoluta.
El 2-0 colocaba al Atlético a un paso de su épica remontada y sólo había pasado 15 minutos de juego. Sin embargo, el Atlético se metió atrás y el Real Madrid cogió aire y empezó a dominar un partido en el que nunca lo había hecho. Los dos equipos iban con pies de plomo.
La posesión se volvió casi por completo de color blanco. Posesión algo aburrida y sin profundidad.
Pero justo antes de irnos al descanso, en el minuto 41, Karim Benzema, recogió un balón en la banda y realizó la jugada de la noche. Se fue de tres defensas atléticos sobre la línea de fondo. En directo parecía que había salido fuera pero en la repetición se vio que no había salido ni un sólo centímetro. La defensa atlética hizo un fallo de alevines al no pisar la linea de fondo para que no se pudiera en los últimos centímetro. Tras el desmarque, pase atrás para Kroos para que disparara. Lo que parecía un gol cantado se convirtió en una parada de Oblak pero que en el rechace Isco, con bastante fortuna, con la espinilla y con bote no provocado pero que fue decisivo para que Oblak no llegara, hizo el 2-1 sacando al Madrid de un gran apuro.
De sólo faltar 1 gol para la gesta con 75 minutos por delante a necesitar otra vez 3 goles en 45 minutos. El partido se vino abajo. Se rebajó la alta tensión y ambos equipos se repartieron la posesión. Keylor, a un gran nivel, detuvo las intentonas atléticas de volverse a meter en la eliminatoria.
El marcador ya no cambió más. Tampoco cambió la gran afición del Atlético, que acabó cantando a su equipo bajo un enorme aguacero que despidió al Vicente Calderón del fútbol europeo.
La posesión se volvió casi por completo de color blanco. Posesión algo aburrida y sin profundidad.
Pero justo antes de irnos al descanso, en el minuto 41, Karim Benzema, recogió un balón en la banda y realizó la jugada de la noche. Se fue de tres defensas atléticos sobre la línea de fondo. En directo parecía que había salido fuera pero en la repetición se vio que no había salido ni un sólo centímetro. La defensa atlética hizo un fallo de alevines al no pisar la linea de fondo para que no se pudiera en los últimos centímetro. Tras el desmarque, pase atrás para Kroos para que disparara. Lo que parecía un gol cantado se convirtió en una parada de Oblak pero que en el rechace Isco, con bastante fortuna, con la espinilla y con bote no provocado pero que fue decisivo para que Oblak no llegara, hizo el 2-1 sacando al Madrid de un gran apuro.
De sólo faltar 1 gol para la gesta con 75 minutos por delante a necesitar otra vez 3 goles en 45 minutos. El partido se vino abajo. Se rebajó la alta tensión y ambos equipos se repartieron la posesión. Keylor, a un gran nivel, detuvo las intentonas atléticas de volverse a meter en la eliminatoria.
El marcador ya no cambió más. Tampoco cambió la gran afición del Atlético, que acabó cantando a su equipo bajo un enorme aguacero que despidió al Vicente Calderón del fútbol europeo.